martes, noviembre 08, 2005

Sin permiso

...No hace falta permiso para rodar desnudos por el piso,
como dos sordomudos, sin otro paraíso
que el que mi lengua invoca a las puertas del cielo de tu boca..”
Joaquín Sabina.


Desnudas, rozamos el cielo de las que no saben a donde queda el infierno.
Nuestras lenguas no dejaron de humedecer cada rincón de nuestros cuerpos.
Inventamos el lenguaje de las que no tienen nombre, de las que se ocultan para amar, cantamos canciones de agua sobre nuestras pieles.
A nadie pedimos permiso para recorrer de norte a sur estas tierras, siempre prohibidas y siempre nuestras
Nada puede poner límites a los ríos cristalinos de nuestra ansiedad.
No hay palabra que detenga este designio.
escrito 2004

Confesiones de un árbol que espera la primavera



Por alguna extraña razón, que solo la naturaleza y mi interior de árbol han de saber,
mis raíces han dejado de buscar el sustento de mi follaje,

de mi antiguo follaje, del follaje del que tus ojos se enamoraron.
Por alguna extraña y compleja razón, mis raíces se quedaron quietas y no atinan a buscar, en los lechos rocosos, hendijas que le permitan llegar al húmedo alimento de mis hojas.

Por alguna razón, esta memoria de árbol a olvidado el camino hacia la sed.
Este cuerpo mio, de árbol temeroso, ha detenido el vuelo de sus ramas hacia el cielo, sin advertir que mi verde es el lugar de descanso para la constelación de tu mirada y que mis frutos endulzan tus labios.

Por alguna extraña razón el aire hoy huele a primavera y mi cuerpo de árbol comenzó a recordar el tibio hueco de tu cuerpo entre mis ramas.
La primavera está cerca y mis raíces hoy desean recuperar las fuerzas para transitar el oscuro lugar que me separa del alimento que alimenta tu boca.

escrito 2005