miércoles, noviembre 08, 2006

Luna

Anoche el trigo estaba brillante.

La luna enorme besaba cada espiga.

El Paraná, a lo lejos, se encrespaba
y traía el rumor desde la otra orilla.

Anoche miré la luna,
desde mi tristeza,
miré esta pampa añosa
siempre dispuesta a verdear
y maldije a mis ojos
porque se empeñan en guardar
el redondo cuerpo de la luna
dentro de una lágrima.

Gal

jueves, agosto 17, 2006

Una mujer

Una mujer siente lástima de sí misma
se mira en un espejo roto
Nunca tuvo otra cosa en que mirarse
mas que cacerolas y charcos,
turbias superficies, que le devuleven
una gastada y triste luz.

Una mujer camina el viejo sendero
del destierro, hacia los años de la infancia,
hacia la vejez.
Una mujer transitará, en silencio, oscuras calles
para llegar a su propia morada.

Una mujer no encuentra nunca la salida
solo busca un poco de aire fresco en la mañana
y se queda, entre hilos delgados, atrapada
soñando con un gran ojo de agua limpia
que le devuleva el gesto que le robaron.

Gal
agosto 2006.-

martes, julio 04, 2006

Tiempo

Me lleva tiempo, mucho tiempo, comprender al "tiempo". Es una tarea desgastante.
La comprensión tiene sus tiempos y el tiempo es un límite, a la hora de comprender, más aún, cuando exigida por el tiempo debo, inexorablemente ajustar mis ideas desordenadas a un tiempo y forma precisos.
La duda que me demora, en el camino del entendimiento, es una pesada carga. Mientras muchos se mueven sin cuestionar al tiempo y se acoplan a su ritmo yo ando desesperada queriendo descubrirlo. Me quedo despierta hasta muy tarde, espío por los rincones, no dejo un mueble sin correr y corro todos los riesgos que sean necesarios para ver, al escurridizo tiempo, en el exacto momento en el que se mente dentro de los relojes.

gal julio 2006.-

jueves, mayo 04, 2006

El dolor de la infancia


El ángel de la guarda, que cuida a las niñas y a los niños de todos los males, no rondaba por mi barrio el día en que, un oscuro hombre, con manos obscenas quebró, como una paloma de cristal, mis sueños pequeños.
Los únicos ángeles que recuerdo son los que adornaban, en vano, las tumbas de los cementerios fríos y absurdos. Tristes y regordetes niños con alas llorando entre la pudrición.
El ángel de la guarda no atinaba a pasar por la vereda en donde mi inocencia se reflejaba en aguas del sanjón.
¿Dónde estaban los ángeles y Dios cuando mis manos chiquitas no alcanzaban la puerta para escapar?

martes, febrero 14, 2006

Creciendo

“..la dulce fiesta de las cosas más sencillasy la paz en la gramilla de cara al sol..”

Eladia Blázquez


Quiero alimentarme de la luz, que tus ojos vierten sobre mí, cuando me ves oscura y temerosa.
Quiero olvidarme de las sombras para poder hacer una fiesta con las hojas que rodaron por el suelo, una casa con pétalos de flores, y poner con mis manos, llenas de esperanzas, una luna brillante sobre los viejos árboles.
Soplar sobre tus labios las palabras que guardé, desde siempre, en los míos, para el día de tu llegada.
Nacer de vos, beber el jugo dulce de tu cuerpo, abrirme cómo una semilla, feliz entre tus manos.
Hoy voy a extender mis brotes hacia el cielo hermoso de tu mirada, con la esperanza de ser tu refugio y sombra.


14 Febrero 2006.

sábado, febrero 11, 2006

En el ojo de la soledad

Allí, en el centro del dolor
está el sol oscuro
que me cubre.

La sombra de tu cuerpo
debajo de las hojas que
se irán a ningún lugar.

Mi voz llamando a nadie.

Los árboles llorando sus amarillas
muertes sobre las veredas
y el otoño cansado
de venir hasta mi puerta.

Allí está lo lejano,
allí está mi asombro,
mi desnuda mirada pegada
en la ventana.


escrito en 2001

miércoles, enero 25, 2006

Andrea


Ella tiene entre sus dedos
la medida de mi cadera.

De mi piel, el sabor
entre sus labios.

Ella hace, en la arena,
mi huella,
mi pie desnudo
mi camino.

Crece la hierba en la mañana
de sus ojos.

En el sendero de su espalda
mis manos dibujan el futuro.

Ella es la tierra en la que germinan
las flores de mis mañanas.

2003



soy

Soy dueña de mis pasos
soy mi rumbo,
mi destino,
entre ruinas hago mi refugio.
Con astillas de sueños
levanto, entre mis manos, la mañana.

Soy parte de la hoguera
fuego que sube por el cuerpo del silencio
llama que devora el frío, el miedo.

Soy garra, sangre, ala herida
sobrevolando el territorio del olvido.

martes, enero 24, 2006

Propiedad privada




Mis pasos no entienden
los límites.
Mis ojos no comprenden
prohibiciones.
En el lenguaje de las hojas
no caben palabras
que posean sus cuerpos
ellas le pertenecen a la lluvia,
a los días de lenguas suaves
que les dibujan nervaduras
y ocres.
Por huellas viejas, hacia la luz,
camino.
Por ramas, añosas, hacia el viento,
me deslizo.
Por verdes bosques privados
Camino en silencio
Y soy hierba que se enreda
que aroma la piel de los árboles
nada puede detener esta obstinación
vegetal de estar viva.


Escrito 12.07.01

sábado, enero 21, 2006

lenguaje


Es tu cuerpo una hoja tendida
sobre la inmensidad de la hierba
allí mis dedos dibujan símbolos nuevos,
palabras hechas de agua y miel,
secreto idioma,
que solo tu lengua y la mía saben pronunciar.



escrito 2003

para Ann

viernes, enero 20, 2006

Infancia

“…Cerrame el ventanal que arrastra el sol su lento caracol de sueños…”
catulo castillo

Yo creía que el mar dormía dentro de una enorme caracola.
Mi abuela, con esas manos que saben acariciar nietas pero que no pudieron acariciar hijas, ponía en mi pequeña oreja curiosa, la suave caracola que cantaba como el mar.
Yo creía que el mar estaba oculto en uno de esos rincones de nácar, que parte de su inmenso cuerpo, venía en esa rosa caracola para estar conmigo.

Yo creía que los relojes sabían por qué lugar del cielo transitaba el sol, entonces daban las horas exactas, horas de jugar a dar miles de vueltas y caer sobre la hierba a esperar que el mundo se detuviera.

Yo creía que el sol dormía sobre la línea del horizonte, entonces yo corría por el interminable camino, para tocarlo antes que la noche lo tragara y me dejara a solas, en la oscuridad, donde habitaban los fantasmas de dolor.


escrito enero 2006.
"...O ahí, en esos rincones, donde (nosotras lo sabemos)
reina la posibilidad de otra vida en esta..."
Fragmento de Souvenirs.
Diario de estos días
Gabriela de Cicco.

Nos detenemos a mirarnos, en el espejo claro de nuestros ojos, que nos devuelve el manso reflejo de cuerpos nuevos.
Buscamos el dulce sostén que perdimos cuando dejaron de acariciarnos con tanta ternura que no cabía ninguna oscura posibilidad de caer y lastimarnos.
Nos dormimos sobre almohadas mullidas, suaves, tibias que nos alimentan los sueños.
Construimos, con pétalos y aromas, un jardín de tierra fresca en donde sembrar la esperanza.
Todo es posible sobre la piel recién inventada, sobre los deseos hechos a la medida de nuestras caderas.


escrito 2002

domingo, enero 15, 2006

La mesa




Creo que es su olor, su cuerpo, llanura pequeña y maciza, que me lleva a estar cerca de ella.
No tiene el vaivén que tiene el mar y sin embargo sobre ella, navego.
No se lo he dicho nunca con palabras, pero a diario, cuando la acaricio, en mi manera de cuidarla, en el profundo silencio de la noche, mis manos le dicen secretos poemas que huelen a su origen, a madera, a bosque.
Hace tiempo que me acompaña, pero desconozco su verdadera edad, no es joven, ni tiene estilo, solo es ella, ella conmigo, en la angustia de mis soledades, en la reunión de mis afectos, en los desafíos, a la hora de la verdad, a la hora del hambre y de la sed.
A ella la iluminan mis flores, la humedecen mis lágrimas, sobre ella escribo besos, mi historia, el ritual de las caricias.
Se desmigaja el pan de la ternura, ocurre la vida a diario sobre ella.


escrito 2003